Comentario Semanal

Desaceleración del empleo durante abril

Recientemente se publicaron todas las cifras importantes del empleo correspondientes al mes de abril, las cuales registraron un desempeño más débil de lo previsto y mostraron una notable desaceleración en comparación con los meses anteriores. En este sentido, la nómina no agrícola contabilizó 175,000 empleos el mes pasado, por debajo del promedio de 269,000 puestos de trabajo durante los tres meses anteriores, e implicó la ganancia más baja desde octubre del año pasado.

En detalle, el sector público fue el principal promotor de este descenso en el crecimiento del empleo reportado para abril, ya que solo se añadieron 8,000 empleos en el gobierno, frente al ritmo promedio de 60,000 de los seis meses anteriores. Por su parte, el sector privado continuó añadiendo empleos a un ritmo sólido en abril (+153,000), con el sector de la salud y la asistencia social representando más de la mitad de estos empleos (87,000). 

Como otra señal de una demanda laboral moderada, resaltó que la semana laboral promedio bajó a 34.3 horas, y la tasa de desempleo repuntó ligeramente, pasando de 3.8% en marzo a 3.9% el mes pasado. Finalmente, los salarios promedio por hora aumentaron únicamente un 0.2% en el mes, y con revisiones a la baja del mes previo. Con este contexto, el crecimiento anual de los salarios bajó a 3.9% desde el promedio del 4.4% del último año. Aunque todas estas cifras fueron menos robustas que en meses anteriores, en general siguen reflejando un entorno saludable en el mercado laboral.

Dicho lo anterior, las cifras laborales de abril, junto con la primera estimación del PIB del 1T24, que experimentó un crecimiento anualizado del 1.6%, desde el 2.4% previsto y el 3.4% del 4T23, estarían reforzando la idea de que la economía se encamina hacia un “soft landing”, el escenario central planteado para este año.

Por otro lado, desde las posibles implicaciones de la política monetaria, será importante observar si los próximos informes de empleo mantienen esta tendencia de enfriamiento. Sin embargo, no descartamos que los funcionarios de la Fed hayan interpretado estas cifras positivamente, considerándolas como una señal bienvenida de que el mercado laboral continúa alcanzando un mejor equilibrio y de que la política monetaria es lo suficientemente restrictiva. La próxima semana será crucial, debido a que se publicará la inflación para el mes de abril. Se espera una ligera reducción a un 3.7% anual (excluyendo los componentes volátiles de energía y alimentos). Hasta el momento, el consenso indica ampliamente que la tasa de fondos federales se mantendrá en el rango del 5.25% al 5.50% para la siguiente reunión del 12 de junio. 

Evolución de la nómina no agrícola

  • Cambio mensual, cifras en miles. 

Fuente: JP Morgan

Sin cambios a la tasa, destaca una “falta de progreso adicional” en la inflación

La Reserva Federal (Fed) tomó la decisión unánime y ampliamente esperada por el mercado de mantener nuevamente sin cambios el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 5.25% – 5.50%, su nivel más alto en los últimos 22 años. Desde julio del año pasado, la tasa de referencia no ha experimentado cambios. Esta decisión se produce en un contexto de aceleración en la inflación durante lo que va del año, colocándola en un 3.5% anual durante marzo (3.8% anual excluyendo los componentes de mayor volatilidad como alimentos y energía), desde el 3.2% en febrero.

Por otro lado, el comunicado describió que los últimos indicadores de empleo han mostrado un desempeño sólido, mientras que la inflación ha disminuido durante el último año, aunque sigue elevada. En ese sentido, se resaltó que, en los últimos meses, ha habido una falta de progreso adicional hacia el objetivo de inflación del 2% del Comité. Por tanto, se reiteró que no se espera que sea apropiado reducir el rango objetivo de la tasa de referencia hasta que se tenga una mayor confianza de que la inflación se esté moviendo de manera sostenible hacia su objetivo y se permanecerá muy atento a los riesgos de inflación. A pesar de lo anterior, el Comité considera que los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación se han movido hacia un mejor equilibrio en el último año.

Finalmente, se anunció un ajuste a su programa de reducción de tenencias de bonos del Tesoro, deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias conocido como “Quantitative Tightening”. A partir del 1 de junio, se permitirá que solo US$25 billones (bn) en bonos del Tesoro se reduzcan cada mes en comparación con los actuales US$60bn. Los valores respaldados por hipotecas seguirán reduciéndose hasta en US$35bn mensuales.

Durante su conferencia de prensa, Jerome Powell destacó principalmente que considera como poco probable que el próximo movimiento de la tasa de interés sea un aumento, haciendo énfasis en que por ahora ese escenario luce improbable.

Evolución en el número de recortes esperados para la tasa de fondos federales

Fuente: Raymond James

China recupera impulso en el primer trimestre del año

Recientemente se anunció que la economía de China avanzó un 5.3% anual en el primer trimestre del año, una ligera aceleración en comparación con la tasa del 5.2% del 4T23 y por encima de la expectativa del 4.6% esperada por el consenso. En una base trimestral, el crecimiento fue del 1.6% (vs. el 1.2% del 4T23 y el 1.4% esperado). Este resultado fue impulsado en parte por la demanda externa, ya que el volumen de exportaciones aumentó un 14% anual. No obstante, en lo que se refiere al sector inmobiliario, este continuó mostrando un desempeño débil, después de que las inversiones en propiedades bajaron un 9.5% anual en el 1T24. La superficie en metros cuadrados de los nuevos edificios comerciales vendidos registró una caída anual del 19.4%.

Por otro lado, aunque las últimas cifras, correspondientes a marzo, mostraron incrementos, estas no terminaron por convencer, donde la producción industrial avanzó un 4.5%, por debajo de la estimación del 6%; mientras que las ventas minoristas crecieron un 3.1%, por debajo de la previsión del 4.6% y la inversión en activos fijos creció un 4.5% anual, superando ligeramente las expectativas. Finalmente, sobresalió que la tasa de desempleo en las principales ciudades disminuyó ligeramente al 5.2%, rompiendo una racha de tres meses de incrementos.

Como se puede observar, la actividad económica muestra señales divergentes, con un crecimiento de la producción más fuerte que el crecimiento del consumo y dentro de la inversión en activos fijos, la inversión inmobiliaria seguirá siendo decepcionante (principalmente debido a los problemas que enfrentan los desarrolladores).

Bajo esta mezcla de factores, comienza a tomar mayor fuerza la perspectiva en torno a que este desempeño económico haría que el gobierno se sienta cómodo con las políticas actuales. Por lo tanto, se estaría reduciendo el impacto de nuevos estímulos (fiscales – monetarios) en el muy corto plazo, por la presión que podría generar a la banca y por la presión adicional que podría experimentar el Yuan (CNY), ahora que los recortes de la Fed podrían tomar más tiempo de lo contemplado originalmente. Sin embargo, el escenario base del consenso sigue apuntando a que la economía podría expandirse este año un 4.7%, lo que está en línea con la proyección del gobierno de crecer en “alrededor del 5%”.

Crecimiento del PIB de China

(Y/Y): Se refiere a crecimiento anual

(Q/Q): Se refiere a crecimiento trimestral

Fuente: Reuters

Explorando el lado psicológico de las inversiones

En el mundo de las inversiones, comprender la dinámica de los mercados financieros es crucial. Tan importante como reconocer los factores psicológicos que influyen en nuestro proceso de toma de decisiones. En este sentido, las finanzas conductuales (behavioral finance) abordan los diferentes sesgos y atajos cognitivos que pueden llevar a los inversionistas a tomar malas decisiones, afectando tanto sus acciones a corto plazo como los resultados a largo plazo. Al tomar conciencia de este tipo de estados mentales e implementar estrategias para mitigar su impacto, podemos mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones de inversión racionales y disciplinadas alineadas con nuestros objetivos financieros. En este contexto, compartimos algunos puntos que pueden ayudar a mitigar estos sesgos:

  • Racionalidad frente a la aversión a las pérdidas: Cuando nos enfrentamos a pérdidas potenciales, es natural sentir una fuerte respuesta emocional. No obstante, es esencial resistir el impulso de tomar decisiones poco racionales motivadas por el miedo. En su lugar, se debe mantener una perspectiva a largo plazo, concentrándose en los fundamentales de las inversiones. Revisar regularmente la estrategia de inversión para asegurarse de que esté alineada con los objetivos financieros, y tolerancia al riesgo, sin duda que ayudará a navegar por mercados turbulentos.
  • Cuidado con el exceso de confianza: La confianza en nuestras habilidades puede ser poderosa, aunque la sobre confianza puede llevarnos a asumir riesgos excesivos y a tomar decisiones erróneas. En este sentido, se debe tener presente que nadie puede predecir con certeza los movimientos que eventualmente tendrá el mercado, por lo que un enfoque receptivo y humilde se vuelve crucial. También, ayuda diversificar el portafolio para distribuir el riesgo y buscar fuentes de análisis con experiencia en el sector y perspectivas objetivas.
  • Cuestionar la mentalidad de rebaño: Es tentador seguir a la multitud, especialmente en tiempos de incertidumbre. Sin embargo, seguir ciegamente a la multitud puede llevar a la mentalidad de rebaño, que nos motiven a tomar decisiones de inversión desatinadas.En su lugar, se debe trabajar en una mentalidad independiente, apoyándose de un análisis e investigación razonable ante de tomar una decisión. Por lo tanto, evaluar la información críticamente, buscando perspectivas diversas, se vuelve indispensable para ir en contra de la corriente cuando esté justificado basado en un análisis y convicciones.

En pocas palabras, comprender y gestionar los sesgos conductuales se vuelve esencial, ya que nos permite tomar decisiones fundamentadas. Acompañadas del apoyo de un asesor financiero, estas habilidades se convierten en herramientas clave para desarrollar e implementar estrategias alineadas con los objetivos establecidos. Recordemos que invertir es un proceso a largo plazo, y para navegarlo con éxito se requiere disciplina, paciencia y un compromiso con el aprendizaje continuo.

Retornos anuales y caídas intra-anuales del S&P 500

A pesar de que históricamente existe una caída promedio intra – anual de 14.2%, los retornos anuales fueron positivos en 33 de los últimos 44 años.

Fuente: JP Morgan

Acelera la inflación en marzo más de lo esperado

El índice de precios al consumidor (CPI en inglés) de marzo avanzó un 0.4%, un avance similar al de febrero, aunque superando la expectativa del 0.3%. Con esto, la tasa anual de inflación se situó en un 3.5% (frente al 3.2% en febrero), en comparación con la estimación del 3.4%. Por otro lado, la inflación subyacente, el core CPI que excluye los componentes más volátiles como alimentos y energía, aumentó un 0.4% (frente al 0.3% esperado), registrando una tasa anual del 3.8%.En general, las principales presiones provinieron del componente de alojamiento (shelter), así como del índice de gasolina. En conjunto, estos dos elementos contribuyeron con más de la mitad del aumento mensual en el índice de todos los productos.

En cuanto al índice de energía, nuevamente repuntó, registrando un avance del 1.1% durante el mes (2.1% anual), donde el rubro de gasolina creció un 1.7% en el mes (1.3% anual). Por otro lado, la categoría de alimentos escaló un 0.1% en marzo (2.2% anual), destacando que los alimentos fuera del hogar subieron un 0.3% mensual (4.2% anual), mientras que el índice de alimentos para el hogar se mantuvo sin cambios. Finalmente, el rubro de alojamiento nuevamente aumentó, escalando un 0.4% en marzo (5.7% anual) y fue el factor más importante en el aumento mensual en el índice de todos los artículos excluyendo alimentos y energía.

En este contexto, se observa un notable repunte en la inflación desde que inició el año, con particular dificultad para disminuir los costos de alojamiento y vivienda, junto con la presión adicional de los componentes de energía debido a las tensiones en Medio Oriente que se ha presentado en el último mes. Es importante recordar que, en el anuncio de política de marzo, la Fed y posteriormente varios de sus funcionarios expresaron que todavía queda trabajo por hacer en materia de inflación. Por lo tanto, es probable que sigamos navegando en un entorno de tasas de interés elevadas por más tiempo antes de ver el primer recorte. Tan solo, las probabilidades al día de hoy para el anuncio de junio se han modificado sustancialmente, de tal forma que ahora el consenso anticipa en un 79% que no habrá cambios, siendo que previamente la mayoría esperaba que en esa reunión se vería el primer recorte a la tasa de referencia.

Cambio (%) en los últimos doce meses del CPI y Core CPI

Fuente: U.S. Bureau of Labor Statistics

Cambio (%) mensual del CPI

Fuente: U.S. Bureau of Labor Statistics

Japón pone fin a la era de tasas de interés negativas

Separándose de otros bancos centrales de países desarrollados, el Banco de Japón (BoJ) decidió elevar la tasa de corto plazo de -0.1% a un rango de 0.0% – 0.1% en semanas recientes. Este movimiento puso fin a una era tasas de interés negativas, una situación que no se había visto en 17 años. Adicionalmente, finalizó su control de la curva de rendimientos (aunque seguirá comprando bonos soberanos) y su programa de compras de ETF’s y fideicomisos de inversión inmobiliaria (REIT’s). 

En este contexto, surge la siguiente pregunta ¿Qué ha cambiado estructuralmente en el entorno macroeconómico del país? Después de muchos años de luchar contra la deflación, Japón ahora observa que la inflación se ubica por encima del objetivo que tiene el BoJ de 2% desde abril, impulsada por aumentos salariales no vistos en décadas, el repunte en la economía y los aumentos de costos que las empresas locales han podido trasladar a los consumidores, luego de un largo período de precios estables y en descenso. Esta mezcla de factores ha permitido que las utilidades de las compañías hayan repuntado. También se habla que este cambio en el rumbo de la política monetaria sería un legado de las políticas iniciadas por el difunto primer ministro de Japón, Shinzo Abe cuando se introdujeron los “Abenomics” hace más de diez años para combatir dos décadas de un entorno deflacionario.  Gran parte del optimismo que ha registrado la renta variable del país en poco más de un año, estaría respaldada en todo lo anterior y la sub exposición que vivió la región por mucho tiempo. 

Vale la pena destacar, que la reacción dentro de los mercados financieros fue moderada ya que la decisión estaba de cierto modo descontada, al tiempo que fue considerada como un incremento moderado (dovish hike), donde los rendimientos de los bonos del gobierno japonés apenas registraron cambios significativos, el yen japonés (JPY) experimentó algo de depreciación y las acciones japonesas apenas revelaron variaciones.

Finalmente, la pregunta es si el BoJ volverá a subir las tasas en 2024, y de ser así, ¿cuál será el ritmo de incremento adicional? Hasta ahora, las expectativas del mercado sugieren que la tasa a corto plazo podría llegar al 0.25% para finales del año. No obstante, el escenario más probable apunta a que en líneas generales habrá una postura de política acomodaticia a corto plazo, con subidas de tasas graduales. Para obtener más claridad el Banco Central estará pendiente de la publicación del reporte económico de abril, la conclusión de las negociaciones salariales de primavera y, por último, la publicación de la inflación (19 de abril) antes de su próxima reunión de política monetaria que se llevará a cabo el 26 de este mes. En pocas palabras, este movimiento del BoJ, aunque simbólico, debería interpretarse como un primer paso en un largo camino hacia la normalización de la política monetaria por recorrer.

Índice MSCI de Japón rendimientos acumulativos de precios (%)

* Rendimientos acumulativos de precios mostrados desde el 31 de diciembre de 1980 hasta el 29 de febrero de 2024 en en yenes japoneses.

 Fuente: Capital Group

Expectativas para los reportes corporativos del 1T24

La temporada de resultados trimestrales comenzará en las próximas semanas. El informe más reciente indica que el consenso de analistas anticipa un crecimiento anual de las utilidades que componen el S&P 500 del 3.4% (AaA) para el primer trimestre del año. De confirmarse esta cifra, lo anterior podría marcar el tercer trimestre consecutivo de crecimiento AaA en las ganancias de las compañías. Sin embargo, esta estimación es inferior al incremento del 5.7% AaA que estimaban los analistas al inicio del trimestre

Se proyecta que seis de los once sectores informarán un crecimiento en las ganancias AaA, liderados por los sectores de servicios públicos (utilities), tecnología, servicios de comunicación y consumo discrecional. En detalle, destaca el crecimiento esperado del 20.3% AaA en las utilidades del sector de tecnología, donde NVIDIA, Microsoft y Micron Technology han sido los principales contribuyentes para este incremento. En el caso del sector de consumo discrecional, sobresalen Amazon.com y las compañías de cruceros, como los principales factores detrás del crecimiento esperado del 15.3% AaA. Por otro lado, se espera que cuatro sectores reporten una disminución AaA en sus ganancias, encabezados por los sectores de energía y materiales ante menores precios de las materias primas. Finalmente, se prevé que el sector industrial revele un desempeño de utilidades AaA sin cambios (0.0%). 

A nivel de ingresos o ventas, el consenso prevé un avance del 3.6% AaA, lo cual está por debajo del promedio de crecimiento de ingresos de los últimos 5 años (+6.9%) y por debajo del promedio de crecimiento de ingresos de los últimos 10 años (+5.0%). No obstante, de concretarse la expectativa del 3.6%, los ingresos acumularían catorce trimestres con un crecimiento positivo. Con esta combinación de factores, el margen de utilidad neta en el trimestre se colocaría en 11.6%, prácticamente igual al del 1T23, aunque mejor al 11.5% promedio de los últimos cinco años. 

Analistas siguen proyectando que las utilidades e ingresos para todo el año, podrían alcanzar incrementos en el orden de 10.9% y 5.1% respectivamente. 

Como es costumbre, JP Morgan dará inicio al banderazo de salida el 12 de abril; por lo tanto, el foco de atención de los inversionistas estará volcado en el desarrollo de la temporada, en medio de un elevado nivel de optimismo por el auge de la IA y la perspectiva en torno a que a lo largo de este año podrían darse los primeros recortes a las tasas de interés. 

S&P 500: crecimiento esperado en utilidades para el 1T24

Fuente: FacSet

Sigue latente la expectativa de 3 recortes para este año

La Reserva Federal (Fed) tomó la decisión unánime y ampliamente anticipada por el mercado de mantener sin cambios una vez más el rango objetivo de la tasa de fondos federales en 5.25% – 5.50%, su nivel más alto en los últimos 22 años. Desde julio de 2023, la Fed no ha modificado el rango objetivo. Esta decisión se produce en un contexto de aceleración en la inflación, que alcanzó el 3.2% anual en febrero (3.8% anual excluyendo los componentes de mayor volatilidad como alimentos y energía), junto con un incremento de 275,000 empleos (frente a los 198,000 estimados).

En este contexto, el comunicado describió que los últimos indicadores de empleo han mostrado un desempeño sólido, mientras que la inflación sigue siendo elevada a pesar de su notable reducción durante el último año. Además, el comunicado reiteró que el Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya adquirido una mayor confianza de que la inflación se dirige de manera sostenible hacia el 2%, al tiempo que continuará monitoreando las implicaciones de la información entrante para sus futuras decisiones. 

Por otro lado, la Fed actualizó sus perspectivas macroeconómicas, reafirmando que habrá 3 recortes de 25 puntos básicos (pb) en lo que resta del año, sin cambios en comparación con lo estimado en diciembre. De esta manera, la tasa de fondos federales llegaría a 4.6% desde su nivel actual promedio de 5.4%. Para 2025, podría finalizar en 3.9% desde 3.6%. En cuanto al panorama económico, la nueva estimación experimentó una notable revisión al alza, con un crecimiento del PIB del 2.1% desde el 1.4% estimado previamente para el cierre de 2024. Para 2025, la fortaleza podría mantenerse con un crecimiento del 2% desde el 1.8% previsto anteriormente. Estos escenarios sitúan a la economía en un crecimiento muy cercano a su potencial de largo plazo, que ronda el 2%. La tasa de desempleo no sufrió modificaciones relevantes para ambos años, aproximadamente alrededor del 4%. Sin embargo, la inflación subyacente estimada (excluyendo componentes volátiles como alimentos y energía), medida a través del Core PCE, repuntó ligeramente al 2.6% desde el 2.4%, mientras que para 2025 permaneció la estimación en 2.2%.

Durante su conferencia de prensa, Jerome Powell ratificó que la tasa de fondos federales ha alcanzado su punto máximo. Además, reafirmó el compromiso de devolver la inflación a su meta de largo plazo del 2% y expresó confianza en que eventualmente comenzará a observarse una menor presión relacionada con los servicios y los costos de alojamiento, que han estado afectando la inflación subyacente. Sin embargo, Powell señaló que el momento en que esto pueda ocurrir es difícil de estimar. 

Actualización de Indicadores de la FED (marzo vs. diciembre)

Fuente: Reserva Federal

¿Cómo ha actuado la Reserva Federal en años electorales?

Con la política monetaria generando mucha expectativa en el panorama macroeconómico y financiero para este año, resulta inevitable que los inversionistas se pregunten cómo podría influir la elección presidencial en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés). Históricamente, la Reserva Federal (Fed) no se ha mantenido al margen durante los años de elecciones, sino que continúa persiguiendo su doble mandato de estabilidad de precios y máximo empleo, siempre buscando mantener su independencia de la política. Desde 1980, la Fed ha ajustado las tasas en cada elección, excepto en 2012, cuando las tasas estaban en cero debido a la recuperación de la crisis financiera. 

La Fed redujo las tasas en cinco años electorales y las elevó en otros cinco. En 1980, la Fed aumentó un 1% (la tasa de fondos federales, Fed Funds, rondaba aproximadamente el 17% a principios de ese año). Luego, redujo las tasas en un 5.5% entre febrero y julio cuando la economía cayó en recesión. No obstante, reanudó las subidas de tasas para combatir la inflación de dos dígitos entre agosto y noviembre (la Fed Funds cerró ese año alrededor del 19%). En 1984, la Fed aumentó un 2.25% en el segundo trimestre a medida que la inflación aumentaba y el desempleo disminuía, solo para reducir un 3.5% en el cuarto trimestre a medida que la inflación se estabilizaba. En 1988, la Fed comenzó el año con modestas reducciones de tasas, luego las aumentó hasta agosto y reanudó las subidas después de la elección.

Por otro lado, en 1992, concluyó los recortes consecutivos iniciados al comienzo de la recesión de 1990-1991 e implementó su último recorte en enero de 1996 después del aterrizaje suave “soft landing” que siguió al ciclo de alzas de 1994-1995. También, la Fed concluyó su ciclo de alzas en mayo de 2000, iniciado en 1999, destacando que el mercado de valores alcanzaba su punto máximo en marzo de 2000.

En 2016, la Fed esperó hasta después de la elección para subir una vez en diciembre y continuó con las subidas de tasas en 2017 y 2018. También es relevante que la Fed se adentró en nuevos ciclos de política monetaria que requerían una reacción acelerada, como en las severas recesiones de 2008 y 2020, respectivamente. 

En este contexto, se puede apreciar que la Fed continuó persiguiendo la meta de su doble mandato, independientemente del tema político. Este año no debería ser distinto, y es probable que veamos un menor nivel para la Fed Funds a medida que la inflación se acerca a la meta del 2% y la economía llega a un “soft landing”. 

Nota: Un soft landing en el ciclo económico es el proceso mediante el cual una economía pasa de un crecimiento acelerado a un crecimiento lento, llegando potencialmente a una fase de estancamiento, aunque evita entrar en recesión.

Cambios en la política monetaria en un año electoral.

Cambio neto en la tasa de fondos federales, %

Fuente: JP Morgan.

Monitor Global de Inflación: persistente en 3%

De acuerdo con el monitoreo de JP Morgan, la inflación general y subyacente global, excluyendo China y Turquía (China atraviesa por deflación, mientras Turquía registra una tasa de inflación de dos dígitos) aumentaron ligeramente un 0.3% mensual en enero. Sus variaciones anuales continuaron disminuyendo, aunque la inflación general repuntó a 2.6% en los últimos tres meses contabilizados hasta enero, y la inflación subyacente (excluyendo componentes volátiles como alimentos y energía) también aumentó ligeramente a 3%. 

Los precios de los bienes básicos en Estados Unidos excluyendo los automóviles (ejemplo: ropa, electrónica, muebles, etc.), repuntaron 0.16% mensual en enero, indicando el fin de la deflación global de los precios de bienes en la primera mitad de 2024. Otro punto interesante, señala que los costos de envío de contenedores han aumentado un 150% desde principios de diciembre, no obstante, los tiempos de entrega de proveedores aún se mantienen cerca de sus niveles históricos, lo que sugiere un impacto limitado hasta ahora debido a las tensiones geopolíticas en Medio Oriente. Adicionalmente, el exceso de oferta en China sigue ejerciendo presión a la baja sobre los precios de los productos manufacturados. 

Además, destaca el incremento de 0.5% mensual en los precios de los servicios, impulsado por un aumento de 0.7% en Estados Unidos. Por su parte, los servicios esenciales, “core” (ejemplo: alojamiento, servicios médicos, educación, etc.), aumentaron 0.46% mensual, registrando su mayor incremento desde diciembre de 2022, elevando la tasa anual del último trimestre por encima del rango de 4-4.5%. Gran parte de este repunte obedeció al aumento en Estados Unidos nuevamente, alcanzando una tasa anual de 6.2%, mientras que la inflación de servicios en los países desarrollados, excluyendo a Estados Unidos, se mantuvo estable en un 3% anual. Particularmente, sobresalió la presión que sigue atravesando Estados Unidos en los costos de alojamiento, “shelter”.

La inflación alimentaria global prevaleció estable, cerca del 3.5% anual en los tres meses hasta enero; a pesar de que la inflación alimentaria en los mercados emergentes aceleró a 6.5% anual. Esto último debido al repunte del fenómeno meteorológico conocido como el “El Niño” que ha provocado aumentos localizados en los precios de alimentos frescos en México y Brasil.

Con esta combinación de factores, se espera que la inflación subyacente (una métrica de especial interés para los bancos centrales) a nivel global repunte al 3.3% en el primer trimestre de 2024, comparado con el 3% registrado en el cuarto trimestre de 2023. En este contexto, las condiciones sugieren que las autoridades monetarias, especialmente dentro de los países desarrollados, podrían posponer temporalmente las reducciones en las tasas de interés, a la espera de señales más claras sobre un enfriamiento más significativo en categorías clave como servicios esenciales y alojamiento. 

Índice de Precios al Consumidor Global (CPI) general y subyacente (excluyendo China – Turquía), variación mensual (%)

  • Las líneas punteadas se refieren a la media móvil de tres meses. 

Fuente: JP Morgan

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