Factores para un posible “soft-landing”

Debido al desempeño resiliente observado en lo que va del año, la percepción de que la economía podría estar encaminándose hacia lo que se conoce como un “aterrizaje suave” o “soft-landing” ha cobrado mayor fuerza en el mercado. En términos generales, este concepto se refiere al proceso de implementar una política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal (tasas de interés altas y retiro de liquidez) sin que se vea afectada drásticamente la generación de empleo y el crecimiento del PIB se vuelva negativo. En este sentido, compartimos algunos puntos que respaldan esta visión:

  • Crecimiento económico. El desempeño del PIB ha permanecido por encima de su potencial desde el tercer trimestre de 2022. Según el consenso, se estima que el PIB del tercer trimestre de 2023 habría experimentado una expansión del 4.5% anualizado (en comparación con el 2.1% del segundo trimestre de 2023). En este contexto, destaca que el crecimiento del empleo resultó más fuerte de lo esperado en ese período, con un promedio de 266,000 empleos nuevos al mes. Con un mercado laboral sólido que respalda los sueldos y salarios, junto con una desaceleración de la inflación, parece que el gasto de los consumidores no es tan vulnerable como se pensaba previamente. Esto parece válido a pesar de que gran parte del ahorro acumulado durante los estímulos otorgados durante la pandemia ya se ha consumido.
  • Evolución de la Inflación. La inflación subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía, ha estado disminuyendo en los últimos meses a pesar del sólido crecimiento económico. La tasa de inflación subyacente del 4.1% registrada en septiembre fue la más baja en dos años. La inflación de bienes básicos cayó hasta cero, por lo que toda la inflación fue impulsada por los servicios; y dentro de los servicios, el factor que más contribuyó fue el alojamiento (shelter). Excluyendo este componente, tanto la inflación subyacente como la inflación general se mantuvieron moderadas en un 2%. La información sobre nuevos acuerdos de alquiler sugiere que la inflación de la vivienda, que suele rezagarse unos 12 meses con respecto a los nuevos acuerdos, podría disminuir en los próximos meses, lo que eventualmente contribuiría a una reducción mayor en la inflación en general.
  • Política monetaria.  Las proyecciones de la reunión de la Fed de septiembre mostraron que la mayoría de los participantes esperan un aumento adicional en las tasas de interés para finales de 2023. Con un crecimiento robusto en el empleo y una inflación que, si bien se ha desacelerado, sigue por encima de la meta de la Fed, surge la pregunta: ¿por qué no subir las tasas de interés? Uno de los factores que podría hacer menos probable un aumento adicional es el fuerte ajuste que se ha presentado en los rendimientos de los bonos a largo plazo (el rendimiento del bono de 10 años ha escalado con tal magnitud que ahora cotiza por encima del 5%, algo no visto desde julio de 2007). Existe un fuerte consenso en que las tasas están muy por encima de un nivel neutral, lo que implica que la inflación finalmente regresará a su objetivo si la Fed simplemente las deja como están. Dado que las condiciones económicas vistas hasta ahora no se pueden garantizar en el futuro, se estima que, ante esta incertidumbre, la Fed podría estar satisfecha con no realizar modificaciones y esperar a ver cómo evolucionan los nuevos datos económicos y financieros.

El crecimiento ha estado por encima de la tendencia desde el tercer trimestre de 2022

Nota: La gráfica muestra el desempeño del PIB a tasa anualizada trimestre a trimestre y cambio anual (%). 

Fuente: UBS 

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