¿Tasas altas por más tiempo?
El fuerte reporte del empleo correspondiente a septiembre hizo que los rendimientos de los bonos gubernamentales a largo plazo subieran brevemente, y la resiliencia de la economía estadounidense ha llevado a los inversionistas a reajustar su perspectiva a corto plazo sobre las tasas de interés. Desde finales de junio, el rendimiento del Tesoro a 10 años ha aumentado de 3.8% a 4.8%; de tal forma que en días recientes casi alcanzó ~5%, el más alto desde junio de 2007. Durante la década y media desde la crisis financiera global, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, se mantuvo entre el 1.5% y el 3.0%.
La etapa inicial de este repunte en los rendimientos como lo mencionamos previamente, fue impulsada por la economía y la perspectiva de un aterrizaje suave “soft-landing” frente a la política restrictiva de la Fed. Este último escenario se ha convertido ahora en la expectativa del consenso, contrastando con la opinión que la mayoría de los inversionistas mantuvieron durante gran parte del año, la cual apuntaba a una pronunciada desaceleración en la actividad económica. Claramente esto no ha sucedido. No hay más que observar el sólido reporte del empleo correspondiente a septiembre, en el que se crearon 336,000 empleos desde una cifra revisada al alza de 227,000 en agosto. La tasa de desempleo permaneció en 3.8%. En lo que se refiere a las compensaciones salariales (+4.2% anual), se observó su menor alza desde mediados de 2021.
Por otro lado, la expectativa de una tasa de fondos federales más alta durante más tiempo, después de que la Fed así lo reveló en sus pronósticos de septiembre (5.1% para fin de 2024 desde 4.6% proyectado en junio), junto con el aumento en los precios del petróleo, el Quantitative Tightening (normalización de la tenencia de valores en el balance de la Fed) y la posibilidad de una nueva rebaja en la calificación crediticia de Estados Unidos, serían otros factores involucrados que estarían influyendo en este repunte. El siguiente catalizador que tendrá el mercado por asimilar, será el reporte de inflación de septiembre, en la que se descuenta una lectura de 3.6% anual, una ligera desaceleración frente al mes pasado.
Con toda esta mezcla de factores y variables involucradas, no se puede descartar que sigamos navegando sobre tasas altas por un buen tiempo. En este sentido, algunos analistas afirman que los rendimientos para bonos gubernamentales podrían estar potencialmente en un rango con un límite superior del 5%. Por otro lado, en el extremo inferior del rango, consideran que podrían colocarse entre 3% y 4%, a menos que ocurra una recesión severa, escenario que por ahora no se está tomando en cuenta por el robusto mercado laboral.
Dicho esto, consideramos que se mantienen puntos de entrada atractivos en renta fija, que ayudarían a asegurar las tasas de interés más altas de la última década, principalmente para los papeles con grado de inversión IG (por menor correlación con el mercado accionario) y en plazos con vencimientos que abarquen entre 5 y 10 años; en donde las diferencias en tasas con respecto del tesoro americano lucen muy interesantes (primas de crédito).
Rendimiento histórico del bono del Tesoro a 10 años.
Fuente: morningstar- Federal Reserve