Todos los ojos puestos en Jackson Hole

Este será el sexto discurso que Jerome Powell emite en el foro de política económica de Jackson Hole, resaltando que sus participaciones más recientes han variado considerablemente en longitud y tono. En 2020, Powell introdujo el cuestionado concepto de “objetivo de inflación promedio”, mediante el cual, luego de períodos en los que la inflación había estado por debajo del 2%, la política apropiada apuntaría a lograr una inflación ligeramente superior al 2% durante algún tiempo. Un año después, notó una inflación más alta, y argumentó que era probable que estas lecturas elevadas fueran temporales. No obstante, en estas fechas del año pasado cambió radicalmente de tono, comunicando un duro mensaje sobre los males de la inflación y la determinación absoluta para bajarla. Es posible que esta semana se repita esa retórica restrictiva hasta cierto punto, ya que tampoco se descarta una evaluación más equilibrada, destacando, por un lado, el progreso que ha experimentado la economía para lograr una desaceleración de la inflación, y por otro, los riesgos que eventualmente podrían surgir como resultado de librar esta ardua batalla.
En materia de inflación, Powell tendrá noticias positivas para informar sobre el año pasado. La inflación actualmente se ubica en 3.2% anual (vs. 9% en junio 22), aunque las próximas cifras podrían mostrar un repunte momentáneo esperado en las gasolinas durante agosto. También es probable que los precios de los alimentos todavía sigan con algo de presión, en sintonía con los precios internacionales. Por el lado optimista, continúa la evidencia de que siguen desacelerándose los costos de las rentas y el mercado de vehículos nuevos.
Por otro parte, una visión equilibrada del mercado laboral tomaría en consideración una lenta normalización, en dondela tasa de desempleo de 3.5%, prevalece cerca de un mínimo de 70 años, en tanto la nómina no agrícola incorporó más de 3.3 millones de puestos de trabajo el año pasado. Las ofertas de trabajo se mantienen muy por encima de los niveles previos a la pandemia, con casi 9.6 millones de puestos vacantes. No obstante, las vacantes han bajado desde su punto máximo de más de 12 millones en marzo de 2022 y el ritmo de creación de empleos se está desacelerando, con solo un aumento de 187,000 en la nómina no agrícola de julio. Otro punto más que importante, tiene que ver con los incrementos salariales, que si bien son fuertes sobre una tasa anual de 4.4% (vs. 4% histórico), se podría decir que no son excesivamente robustos, reflejando más una compensación por la inflación pasada, que el resultado de un mercado laboral intensamente competitivo.
Finalmente, una visión equilibrada probablemente consideraría que el aumento actual de la economía podría ser temporal. En este sentido, el desempeño económico luce muy fuerte, con un crecimiento anualizado de 2.0% y 2.4% en el PIB del 1T23 y 2T23 respectivamente, a pesar de un entorno financiero restrictivo, la culminación de los apoyos económicos relacionados con la pandemia y una mini crisis bancaria a inicios de año. Hacia adelante, se anticipa que la economía pierda tracción, en medio de altas tasas de interés, lo que podría afectar el dinamismo del sector inmobiliario, así como la inversión y en general el consumo.
En resumen, desde el último congreso de Jackson Hole, se ha observado una mejora significativa de la economía estadounidense. Bajo este contexto, Powell debe estar consciente que esta resiliencia no se puede garantizar de cara a los próximos meses, por lo tanto, se anticipa un discurso equilibrado en lugar de restrictivo, que tome en cuenta todos estos factores, así como los nuevos datos que vayan surgiendo.
Cambio (%) anual en los componentes de la inflación general

*En julio la inflación se ubicó en 3.2% anual.
Fuente: JP Morgan