Comentario Semanal

Q&A sobre Silicon Valley Bank y las implicaciones para los Mercados

Con la reciente volatilidad que se desató a raíz del cierre de operaciones del banco Silicon Valley Bank (SVB), les compartimos una serie de preguntas y respuestas, con la información que hasta ahora se tiene.  

¿Qué ocurrió con SVB?

El 8 de marzo, SVB con sede en la costa oeste de EE. UU. – anunció la necesidad de salir a vender su portafolio de valores disponibles para la venta (AFS, Available for Sale Securities) valuado en US$21bn, situación que lo llevó a reconocer una pérdida de US$1.8bn. Al mismo tiempo, el banco planeó levantar US$2.25bn mediante la emisión de acciones ordinarias y acciones preferentes convertibles con la finalidad de mejorar su posición de liquidez dentro de su balance. Tras este comunicado, en cuestión de horas, el banco sufrió una corrida bancaria (retiro masivo de depósitos), por lo que los reguladores de California tuvieron que intervenir el banco. 

¿Qué es lo que le preocupa al mercado?

Los índices bancarios y acciones de instituciones financieras de todo el mundo han caído drásticamente después de la noticia del cierre de SVB, en donde la incertidumbre se centra en saber si esta situación podría ser un evento idiosincrásico que es de SVB, o si existe un riesgo de contagio sistemático relevante. Al momento un par de bancos han sido intervenidos, First Republic Bank y Signature Bank, también por corridas bancarias ya que mantenían una alta concentración en sus depositantes. Al momento de la redacción de este comentario, la información y el mercado no apuntan a un riesgo de contagio importante para este sector.

¿Qué anunciaron autoridades regulatorias en el fin de semana? 

En una reunión de emergencia, los reguladores financieros EE. UU. (Departamento del Tesoro, la FED y el Federal Deposit Insurance Corporation) garantizaron este domingo a todos los depositantes que su dinero está seguro tras el cierre de SVB. Bajo este contexto, las autoridades hicieron énfasis en que los depositantes del banco tendrán acceso a todo su dinero a partir del lunes 13 de marzo. El comunicado señaló que los contribuyentes no serán responsables de ninguna pérdida asociada con la resolución de SVB. De igual forma, la FED anunció la implementación de un programa de préstamos para las instituciones financieras afectadas por la quiebra de SVB. 

¿Cómo se compara la situación de SVB frente a otros bancos?

SVB tenía una alta concentración en empresas de crecimiento emergente (start-ups y Venture Capital) en nichos específicos, centrándose en las industrias de tecnología y healthcare. El auge en la recaudación de fondos tecnológicos y la gran cantidad de Ofertas Públicas de Acciones (IPOs) a raíz de la pandemia, aceleró sustancialmente los depósitos de SVB. A medida que las condiciones operativas de este tipo de compañías se deterioraron durante el año pasado, SVB comenzó a experimentar un retiro en sus depósitos más pronunciado lo esperado. Por lo tanto, la base de depósitos que tenía el banco, no funcionaba como la banca comercial tradicional. Otro factor que influyó en la caída de SVB, tuvo que ver con su elevada exposición a valores del Tesoro y Agencias hipotecarias con bajos rendimientos, dejando a SVB en un punto de mayor vulnerabilidad a enfrentar pérdidas de mercado por el fuerte incremento que vieron las tasas del año pasado. 

Contrariamente a SVB, los bancos de mayor capitalización y que podrían representar un mayor riesgo sistémico alrededor del mundo, fueron sujetos de una revisión más amplia de sus respectivos reguladores a raíz de la pandemia y otros cambios regulatorios en la última década. Por lo tanto, este tipo de bancos cuenta con una sana mezcla de depósitos y diversificación, distribuida entre depósitos minoristas, institucionales y gestión patrimonial. Esto ofrece una base de depósitos relativamente estable. Asimismo, tienen posiciones importantes en lo que se conocen como HQLA (High-quality liquid assets), normalmente en efectivo y papeles gubernamentales de poca duración; y finalmente, operan con estrictas métricas de liquidez LCR (Liquidity coverage ratio) bajo la normativa de Basilea III. Los bancos deben mantener esté índice LCR >100% (es decir, tener siempre suficiente HQLA para fondear salidas de dinero en un periodo de estrés de 30 días). 

¿Qué implicaciones podría tener en la política monetaria? 

La situación SVB representa un componente más de complejidad para el próximo anuncio de la FED, ya que refleja otras consecuencias del endurecimiento de la política monetaria. Siguiendo la postura agresiva del presidente de la FED frente a su más reciente comparecencia frente al Congreso los mercados comenzaron a descontar una mayor probabilidad de un aumento de 50pb en la próxima reunión de marzo. Sin embargo, estas expectativas posteriormente cayeron con la noticia del cierre de operaciones de SVB, nuevamente considerando un incremento de 25pb y en el que los miembros del FOMC (Federal Open Market Comittee) tendrían que priorizar la estabilidad financiera para un buen funcionamiento del sistema bancario y los mercados. 

Conclusión

Si bien, SVB implica la quiebra más grande de un banco estadounidense en más de una década y eventos como este, pueden desencadenar inestabilidad, parece que el riesgo de una crisis podría estar limitado, especialmente porque los grandes bancos sistémicamente importantes no comparten las mismas vulnerabilidades de las que fue sujeto SVB. Además, los reguladores ya tomaron acción para evitar un mayor contagio, sin dejar de mencionar, que la FED podría replantearse su estrategia de política hacia los siguientes meses, priorizando el buen funcionamiento del sistema financiero. 

Conclusiones sobre la temporada de ganancias del 4T22

Los reportes trimestrales están por concluir con un 95% de las compañías del S&P 500 habiendo publicado sus números. Bajo este contexto, resumimos los puntos clave que nos dejó la temporada. 

Por un lado, el comportamiento de las utilidades por acción (UPA, “EPS” en inglés) fue secuencialmente mucho más débil, debido a que en el 3T22 se observó un crecimiento de 4.4% interanual (YoY en inglés); mientras la cifra final indica que, en el 4T22, la UPA disminuyó 3% YoY (a inicios de enero, analistas estimaban una caída de 2% YoY). Desde el 3T20, las compañías del S&P 500 no reportaban una caída en su UPA (-5.7% YoY). Por otro lado, el 68% de la muestra publicó una UPA que rebasó las expectativas del consenso; esto se compara con el promedio de largo plazo de 66.3% y el promedio de los últimos cuatro trimestres anteriores de 75.5%. 

Por sectores, las compañías de energía impulsaron la mayor parte de los resultados observados a nivel agregado (si se excluye este sector, la UPA del S&P 500 habría bajado 7% YoY), con un crecimiento en sus ganancias de 55% YoY. Los sectores industriales y de consumo discrecional, también contribuyeron positivamente, revelando incrementos de 40% y 21% YoY respectivamente. De manera opuesta, los sectores de servicios de comunicación y materiales, encabezaron el desempeño negativo con caídas de 29% y 28% YoY. 

Otro punto interesante, señala que 105 empresas del S&P 500 han emitido una guía o estimación de crecimiento en utilidades para el 1T23. De estas 105 empresas, el 77% compartió una guía negativa, y el 23% restante emitió una expectativa positiva. Esta tasa de 77%, se coloca por encima del promedio de 5 años de 59%, así como por encima del promedio de 10 años de 67%; en donde los sectores de tecnología de la información, industrial y consumo discrecional abarcan el mayor número de compañías que compartieron una expectativa negativa. Con estos datos, analistas anticipan que la UPA del S&P 500 podría caer 4.5% en el 1T23, de tal manera, que para todo 2023, el crecimiento rondaría sobre 1.5% en promedio. 

Finalmente, la temporada mostró que el desempeño de las ventas fue razonable, con un incremento de casi 6% interanual, en la que 59% de la muestra superó los esperados por analistas. 

China recupera tracción económica

El reporte oficial sobre la actividad manufacturera (PMI) en China correspondiente al mes de febrero avanzó con fuerza y permaneció en terreno que indica expansión (+52.6p puntos*). Este resultado fue mejor a lo esperado y representó su mayor lectura desde abril de 2012.  

Entre los detalles del reporte, sobresalió el notable repunte en el componente de pedidos de exportación, lo que resulta particularmente interesante porque existen preocupaciones en el mercado sobre la posible fortaleza de la demanda externa. Este desempeño del sector externo, podría haber sido resultado de una mayor normalización de las cadenas de suministro. Del mismo modo, el componente de nuevas órdenes (considerado como un indicador económico adelantando) reveló números significativamente positivos, lo que sugiere que la actividad podría mantenerse robusta de cara a los siguientes meses. 

Por lo que se refiere a la actividad de servicios, los números también fueron favorables (+56.3 puntos); en donde se mantiene la recuperación más allá de la temporada festiva del Año Nuevo Lunar. En este sentido, el PMI no manufacturero tocó en febrero su a lectura más alta desde marzo de 2021. Con la mezcla de estas cifras, se podría esperar que las condiciones laborales sigan mejorando, por lo que eventualmente podría haber un mayor crecimiento de los ingresos de los hogares y un mayor consumo interno. Bajo este contexto, el consenso estima que la economía de China podría crecer 1.3% en el 1T23. 

Hacia adelante, los mercados observarán de cerca el desarrollo de la Asamblea Popular Nacional de China que comienza el 5 de marzo, en medio de una reorganización del gobierno no vista en décadas, dado que Xi Jinping opera con un mayor control. Además, se establecerá la meta de crecimiento económico para este año (5 – 6%) y se abordarán temas relacionados con seguridad nacional, incluyendo las crecientes tensiones con Estados Unidos. 

Puntos clave sobre el Techo de Endeudamiento 

El debate en el Congreso estadounidense sobre extender el techo de endeudamiento del gobierno será el principal tema fiscal que estará en el radar de los mercados este año. El 19 de enero, el gobierno alcanzó su límite legal de endeudamiento sobre US$31.4 trillones (máximo histórico). Por lo tanto, compartimos algunos puntos que podrían influir en las negociaciones a lo largo de este proceso: 

  • Fecha “X”: El Tesoro no ha fijado una fecha como tal; no obstante, se estima que la fecha real en la que el gobierno carecería de los fondos necesarios para pagar todas sus obligaciones sería entre julio y septiembre (así lo expresó en días pasados el Congressional Budget Office, CBO). La determinación de la fecha “X” dependerá en gran medida de los ingresos recibidos vía impuestos durante abril. 
  • El partido Republicano tiene una ligera mayoría en el Congreso: Los republicanos no tienen mucho poder de negociación, debido a que el partido posee su mayoría más baja en la Cámara desde el periodo 2001 – 2003. 
  • Los ingresos fiscales podrían disminuir: El gobierno recibe continuamente ingresos a través de la recaudación de impuestos, aunque el ritmo y la magnitud de esos ingresos dependen en mayor medida de la economía. Bajo este contexto, el mercado asume que la economía podría crecer este año 0.6%. 
  • Entorno financiero restrictivo: Con las tasas de interés subiendo de manera acelerada, las condiciones de financiamiento se han tornado más desafiantes. Por lo tanto, el gasto futuro del gobierno podría experimentar un impacto significativo (actualmente el pago de intereses representa el 8% de los ingresos fiscales). 

Con la perspectiva de que el Tesoro podría haber agotado sus recursos para el verano, el escenario más probable apunta a un acuerdo entre los legisladores para incrementar el límite de la deuda, en donde no se descartan posibles episodios de controversia política. En este sentido, se vislumbra que los republicanos no aumentarán el límite al endeudamiento a cambio de recortes al gasto; en tanto los demócratas favorecerían a un incremento en el límite para no caer en incumplimiento (default) y evitar elevar las tensiones como las que se vivieron en 2011, cuando S&P recortó la calificación del gobierno a AA desde AAA. 

Desacelera ligeramente la inflación anual durante enero

El Índice de Precios al Consumidor (CPI en inglés) avanzó 0.5% en enero, desde el incremento de 0.1% observado en diciembre (la cifra mensual de diciembre fue revisada ligeramente al alza). Con lo anterior, la inflación anual se colocó en 6.4% (vs. +6.5% en diciembre y +6.2% estimado). La inflación subyacente, que excluye las categorías más volátiles como alimentos y energía aceleró 0.4%; de tal manera que en su variación anual registró una tasa de 5.6% (vs. 5.7% en diciembre y +5.5% estimado). 

A detalle, el índice de vivienda (shelter) fue, con mucho, el que más contribuyó al aumento mensual de todos los artículos, y representó casi la mitad del aumento mensual. Esta categoría participa en más de un tercio del índice, y subió 0.7% en el mes y 7.9% en su comparación anual. Otro componente de relevancia como los alimentos (~14% dentro del índice), escaló 0.5% en el mes (+10.1% anual); en donde la subcategoría de comida en casa (food at home) subió 0.4% mensual y 11.3% anual respectivamente.  Por su parte, sorprendió el componente de energía (~7% del índice) después de subir 2% en el mes (vs. -3.1% en diciembre), con lo que tocó en su cifra anual una tasa de 8.7%. Dentro de las principales subcategorías, la que se refiere a materias primas energéticas (energy commodities) avanzó 1.9% mensual (+2.8% anual), mientras los servicios de energía ascendieron 2.1% mensual (+15.6% anual). Particularmente, la electricidad subió 0.5% mensual (+11.9% anual). Por otro lado, de manera positiva, los servicios médicos (~7% del índice) retrocedieron 0.7% en el mes (+3% anual), las tarifas aéreas (~1% del índice) bajaron 2.1% mensual (+25.6% anual) y los vehículos y camiones usados (~3% del índice) bajaron 1.9% mensual (-11.6% anual).  

Bajo este contexto, consideramos que este reporte de inflación arroja resultados mixtos; ya que, por un lado, se sigue reafirmando que el proceso de desinflación sigue su curso, pero con un ritmo lento y gradual, en el que prevalecen importantes presiones en alimentos y aquellos componentes “sticky” como vivienda. Con esta mezcla de factores influyendo en el comportamiento de la inflación, de cierta manera brinda justificación para el tono y postura restrictiva (hawkish) que ha expresado Jerome Powell, así como diversos miembros de la FED en diferentes espacios desde que arrancó el año, incluyendo el más reciente comunicado del FOMC correspondiente a febrero. 

Fortaleza en el empleo modera las esperanzas de un giro en la política de la FED

El reporte oficial del empleo correspondiente a enero mostró que la nómina no agrícola aumentó en 517,000 empleos, muy por encima de las expectativas del consenso de 190,000. Además, la tasa de desempleo se ubicó en 3.4%, la más baja desde finales de la década de 1960; mientras que el promedio de horas semanales trabajadas saltó a 34.7 desde 34.4 en diciembre. Finalmente, las ofertas de trabajo de (“JOLTS” Job Openings and Labor Turnover Survey) también sorprendieron al alza, aumentando a 11 millones en diciembre (vs. +10.4 millones en noviembre), así como las solicitudes de desempleo que se mantienen en una cifra baja, a pesar de los recientes anuncios de despidos por parte de importantes compañías. 

Bajo este contexto, las esperanzas de un cambio de rumbo en la política de la FED en el muy corto plazo han comenzado a perder impulso debido a que el Banco Central dejó claro que quiere ver un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda de la mano de obra. En su conferencia de prensa posterior a la reunión de febrero del FOMC, el presidente de la FED, Jerome Powell, describió la situación del mercado laboral como “extremadamente ajustada”. Por tanto, será necesario contar con mayor evidencia de que este balance se está alcanzando, antes de considerar detener el alza en las tasas de interés. 

Reafirmando la idea anterior, Jerome Powell nuevamente expresó frente al Club Económico de Washington, que si los reportes del mercado laboral o una posible aceleración en la inflación (referente a este punto destacó positivamente que hay una notoria reducción) “bien puede darse el caso de que se tenga que hacer más y aumentar las tasas más de lo que ha anticipado el mercado”. 

Queda claro que la FED agotará todas sus alternativas para llevar la inflación a su rango objetivo de 2% de largo plazo; no obstante, los futuros de la tasa de fondos federales siguen reflejando que el pico se tocará en junio, con una tasa de 5% (en línea con la visión que se tenía previo a culminar el 2022) y ahí se podría mantener, dependiendo de como evolucionen los datos y condiciones económicas. 

FED: “Alza en línea, aunque reitera que seguirán los incrementos hacia adelante”

En su primer comunicado del año y en línea con las expectativas; la FED incrementó la tasa de referencia en 25pb a un rango entre 4.5-4.75% (la decisión fue unánime), su nivel más alto desde octubre de 2007. Esta decisión representó un movimiento de menor magnitud frente al avance de 50pb de diciembre pasado y los 4 incrementos de 75pb implementados a lo largo de 2022.

Bajo este contexto, el Comité prevé que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados para lograr una postura de una política monetaria lo suficientemente restrictiva como para que la inflación regrese al 2% con el tiempo. En este sentido, el Comité tomará en cuenta el endurecimiento acumulativo que se ha implementado (8 aumentos consecutivos a la tasa de referencia), los retrasos con los que la política monetaria impacta en la actividad económica, la inflación, y la evolución de las condiciones financieras. También, la FED continuará reduciendo sus tenencias de valores del Tesoro y deuda de agencias y valores respaldados por hipotecas de agencias (como se ha descrito en comunicados anteriores).

Por otro lado, el anuncio resaltó que los últimos indicadores apuntan a un crecimiento moderado en el gasto y la producción; en tanto, el desempeño del mercado laboral ha sido robusto en los últimos meses con una tasa de desempleo que se ha mantenido baja. En términos de inflación, destacó que, a pesar de que se ha desacelerado un poco, los niveles actuales permanecen elevados. 

En su conferencia, Jerome Powell, ratificó la idea que, para restaurar la estabilidad en la inflación se requiere mantener una postura restrictiva por un tiempo; mientras hizo énfasis en que el mercado laboral opera bajo condiciones extremadamente apretadas. Finalmente, comunicó que es gratificante ver en marcha un proceso desinflacionario. 

La fortaleza del peso mexicano

En un contexto de rápido aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y crecientes temores de recesión, la mayoría de las monedas se debilitaron significativamente frente al dólar estadounidense en 2022. No obstante, el peso mexicano fue uno de los casos atípicos, apreciándose un 5% en 2022; y ahora cotizando por debajo de 19 por dólar estadounidense, un nivel no visto desde febrero de 2020 con una ganancia de 3.6% en lo que va de este año.

¿Qué puede explicar esta apreciación? El peso estuvo altamente expuesto al sentimiento de riesgo global y a las condiciones de liquidez en 2022, pero, según diversos analistas, existen cuatro factores idiosincráticos más que contrapesaban esta realidad. A medida que ingresamos en 2023, se esperaría que estos factores continúen siendo una fuente importante de apoyo al peso, particularmente durante la primera mitad del año.

  1. Diferenciales de tasas de interés: Banxico empezó a alzar la tasa de referencia desde junio 2021 con el objetivo amortiguar el impacto del alza de tasas por parte de la Fed. Después de un alza de 650 bps (6.5 pp), se espera que Banxico esté cerca del final del ciclo de alzas; sin embargo, se espera que el diferencial entre tasas se mantenga.
  2. Impacto positivo de una economía americana relativamente resiliente: La fortaleza de la economía estadounidense en 2022 incrementó la demanda de las exportaciones manufactureras e impulsaron las remesas de Estados Unidos a México a niveles récord. La desaceleración del ‘vecino del norte’ que esperamos en 2023, debería moderar las remesas y el crecimiento de las exportaciones manufactureras desde niveles muy altos.
  3. Posición fiscal estable y marco institucional robusto relativo a pares: La perspectiva crediticia de México se compara favorablemente con la mayoría de sus pares latinoamericanos dada la postura fiscal del país. México enfrenta varios desafíos fiscales a mediano plazo, aunque estos probablemente estarán en la mente de los inversionistas este año, ya que sus cuentas fiscales siguen siendo sólidas en relación con la mayoría de los países emergentes. 
  4. Narrativa constructiva de relocalización industrial, ‘nearshoring’: México se está beneficiando del nearshoring a medida que las empresas estadounidenses intentan traer producción más cerca de casa. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo, México podría generar US$35 bn anuales en ingresos adicionales por exportaciones de bienes a través de nearshoring en los próximos años. Mientras que puede ser demasiado pronto para evaluar el impacto de este fenómeno en el largo plazo del crecimiento de México, creemos que ofrece una narrativa positiva en la mente de los inversionistas.

En cuanto a los riesgos que se avecinan, resaltan las posibles consecuencias de una disputa comercial con Estados Unidos y Canadá, en el marco de presuntas violaciones al T-MEC en materia energética, las cuales deben ser monitoreadas. También, un deterioro en la confianza de los inversionistas ante una recesión estadounidense mayor a la esperada, podría dañar la economía mexicana de manera significativa.

Las 10 Sorpresas de Blackstone para 2023

Como cada año, el fondo de inversión para activos alternativos con cerca de $951 bn, Blackstone, publicó su reporte  sobre las 10 sorpresas esperadas para 2023. En este sentido, Blackstone considera una sorpresa como un evento al  que el inversionista promedio asignaría un tercio de probabilidad de ocurrencia, pero que Blackstone cree que tiene al menos, 50% de probabilidad de materializarse.

1. Distintos candidatos de ambos lados organizan campañas para asegurar el apoyo de sus partidos; tal que veremos nuevos nombres para las boletas electorales en 2024. 

2. La Fed mantiene una ardua lucha contra la inflación, lo que llevará a que la tasa de referencia se mantenga por encima del índice de gasto al consumo personal (PCE Index), 4.7% en noviembre. Esto llevaría a que las tasas de interés reales (netas de inflación) se tornen positivas, un buen entorno para renta fija y un evento poco común en los últimos 10 años.

3. Si bien la Fed tiene éxito en amortiguar la inflación, el tono restrictivo se mantiene más de los necesario, por lo que los márgenes se reducen en una recesión leve.

4. A pesar del ajuste de la Fed, el mercado toca fondo a mediados de año y comienza una recuperación comparable a la de 2009.

5. Cada corrección significativa en el mercado ha estado acompañada en el pasado por un “accidente” financiero. Las criptomonedas tuvieron una corrección importante y eso resultó no ser un evento sistémico. Esta vez, la Teoría Monetaria Moderna está completamente desacreditada porque los déficits han demostrado ser inflacionarios.

6. La Fed sigue siendo más agresiva que otros bancos centrales, y el dólar estadounidense se mantiene fuerte frente a las principales divisas, incluidos el yen y el euro. Esto crea una oportunidad generacional para que los inversores basados en dólares inviertan en activos japoneses y europeos.

7. China avanza hacia su objetivo de crecimiento del 5.5 % y trabaja de forma agresiva para restablecer relaciones comerciales sólidas con Occidente, con implicaciones positivas para los activos reales y las materias primas.

8. Estados Unidos se convierte en el mayor productor de petróleo. El precio del crudo cae principalmente como  resultado de una recesión global, pero también debido al aumento del fracking hidráulico y una mayor producción  de Medio Oriente y Venezuela. El precio del WTI toca los 50 $/bbl este año, pero hay una marca de 100 $/bbl en algún momento más allá de 2023 a medida que el mundo se recupera de dicha recesión.

9. El bombardeo, la destrucción y las muertes en Ucrania continúan durante la primera mitad de 2023. En la segunda mitad, la combinación del costo humanitario y económico para ambos lados lleva a un cese al fuego y comienzan las negociaciones sobre una división territorial.

10. A pesar de la falta de voluntad de los anunciantes para continuar apoyando el sitio y el escepticismo de los tenedores de bonos sobre la calidad de crediticia de la empresa, Elon Musk vuelve a poner a Twitter en el camino de la recuperación para finales de año.

Expectativa para los reportes corporativos del 4T22

La temporada de reportes trimestrales del 4T22 está próxima a comenzar, siendo un factor que podría influir en el ánimo de los mercados en el muy corto plazo. En este sentido, analistas estiman que las compañías del S&P 500 habrían experimentado una contracción en sus utilidades de 4.1% año a año. Si se confirma esta cifra, marcaría la primera vez que el índice reporta una caída en utilidades desde el 3T20 (-5.7% AaA). Conforme a los ingresos se refiere, la perspectiva sugiere un crecimiento de 3.8% (AaA), lo que representa un considerable ajuste en comparación con el crecimiento de 6.3% previsto al inicio del 4T22. 

Ahora bien, ante las persistentes preocupaciones en el mercado sobre una posible recesión, surge el siguiente cuestionamiento ¿los analistas habrían ajustado más de lo normal sus expectativas para el trimestre recién concluido? La respuesta es sí. A lo largo del 4T22, los analistas recortaron sus estimaciones de utilidades por acción (UPA, “EPS” en inglés) por un margen mayor que el promedio, que se tradujo en una revisión a la baja de ~7%. Este número se sale de la estadística histórica, la cual indica que en los últimos 10 (40 trimestres) y 15 años (60 trimestres), las revisiones a la baja promedio fueron de 3.3% y 4.8% respectivamente. Si extendemos el periodo de análisis a los últimos 20 años (80 trimestres), se observa una disminución promedio de 3.8%. A nivel de industria, nueve de los once sectores habrían observado una revisión negativa en su UPA, encabezados por el sector de Materiales (-18.8% AaA), Consumo Discrecional (-13.5% AaA) y Servicios de Comunicación (-11.8% AaA); mientras que únicamente los sectores de Energía y Utilities presenciaron una revisión positiva de 2% para cada uno. 

Bajo este contexto, las utilidades para todo 2022 habrían avanzado 4.7% AaA. Por otra parte, la estimación actual señala que las utilidades podrían subir 4.8% AaA en 2023, pero resulta difícil no pensar que esta cifra podría experimentar nuevas revisiones a la baja, dependiendo de la evolución en las condiciones económicas y el entorno financiero. 

Por último, resaltamos que el punto medular de la temporada se presentará entre la última semana de enero y la primera mitad de febrero. 

Fuente: Facset

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